Una extendida fantasía colectiva que refleja el miedo a lo femenino primigenio aparece en ese conjunto de cuentos, leyendas y mitos que, con variantes de forma y lugar, se integran en el mito de la vagina dentata .
En una versión hindú se relata la historia de la hija de un Rakshaa (demonio) que tenía alargados y afilados dientes en su vagina. La presencia de un hombre la movía a convertirse en una bella y cautivadora doncella, para así seducirlo, cortarle el pene y comérselo lanzando posteriormente el resto del cuerpo a los tigres. En una oportunidad, en la densidad de la selva, conoció siete hermanos y decidió tomar como esposo al mayor para así poder dormir con todos los demás. Transcurrido un tiempo prudente sedujo al hermano mayor en un lecho cercano a la morada de los tigres, le mutiló el pene al joven, y arrojó su cuerpo como pábulo de felinos. De la misma forma procedió con los demás hermanos hasta que sólo quedaba el benjamín. Sin embargo, cuando el turno de este llegó los dioses le ayudaron enviándole un sueño: si te vas con la joven lleva un tubo de hierro y en vez de hacer el amor con ella, introdúceselo en la vagina y destrúyele los dientes. Eso hizo el hermano menor, poniendo bajo su control a la hija del Rakshaa.
Lo femenino devorador, el carácter negativo de lo femenino primordial, es un eco de repeticiones imaginarias a lo largo de los siglos. La dama oscura enguirnaldada con huesos y calaveras, la gran Kali hindú; la terrible Ta-urt egipcia; Hécate de la oscuridad, acompañada por un ladrido de perros, la diosa triforme de las encrucijadas y de las invocaciones mágicas; las grandes madres celosas del Asia Menor que castran a sus jóvenes y débiles amantes al primer desliz; Escila, Lamia, Empuosa, Equidma; las urobóricas Gorgonas; Astarté y Lilith de la noche; Kundry, de la leyenda de Parsifal, prisionera del mago Klingsor e instrumento del mal para hacer prisioneros a los caballeros del Grial por medio de sus hechizos; la Lorelei teutónica, Circe y las sirenas mediterráneas; las Rusalkas eslavas, espíritus de la ilusión destructiva, con cuyos encantos atraen a los jóvenes para ahogarlos.
¿De estas fuentes bebió Lorena Bobbit?
By: supersalvajuan on julio 9, 2009
at 5:26 pm
la frase «estoy que muerdo» cobra un nuevo sentido para mí… jajaja!!!
By: almíbar on julio 15, 2009
at 3:01 pm
Yo he visto varias de esas sirenas mediterráneas eslavas muy peligrosas. También algún que otro tiburón. Besitos a todos. Ya estoy aquí
By: mármara liberada on julio 15, 2009
at 8:55 pm
Yo estoy a punto de salir de Bielewo rumbo a mi avion de vuelta a Espana. Podemos organizar un dia de playa… necesito sol espanol… y ver machos espanoles en panos menores :DDDD
By: almíbar on julio 16, 2009
at 12:51 pm